Y ya viene San Valentín

Día del Amor y la Amistad…del consumismo… de demostrar y externar todo aquello que deberíamos hacer a diario… temporada en la que todos los precios se van a los cielos, y en donde yo me arranco los cabellos de puro stress.

Verán, no me parece malo el 14 de Febrero, es bonito tener días súper especiales para hacer fiestas y darse regalos… ¡regalos! Para mi es una tortura, yo soy de las personas que cree que los regalos deben tener significado, que le deben gustar totalmente a la persona, no cualquier chuchería con un corazón grabado ¡no!

Soy de esas personas que camina horas y horas, que exprime sus ahorros y que piensa en cada mínimo detalle a la hora de regalar.

Por fortuna he salido bien librada, con algunos novios llevaba tan poco tiempo de salir que regalar una paleta no me parecía malo, otro era un rockero irremediable así que regalándole una remera era feliz. Pero ¡oh! esta vez tengo por novio a un chico diferente, tan especial que ya tengo los cabellos de punta.

Me da arritmia, me sudan las manos y no puedo dormir, si, así de exagerada soy. Ya me veo en estos días corriendo de un lado a otro en busca del obsequio perfecto. Aunque el dulcemente me pide que no le compre nada y solo vayamos a cenar sushi (que me fascina y que el no comía ni a golpes pero empezó a tomarle gusto por mi).

Tengo tantas dudas puesto que en su cumpleaños falle a la hora de regalarle y es que para mi las cruces son un accesorio bonito y no sabia que para el era un símbolo religioso en el que no creía y yo torpemente le regale una cadena con un dije de cruz…torpe.

En fin, se darán cuenta que estoy hecha un lio, por fortuna se que una pieza mas para sus dos closets no vendría nada mal. (Si, leyeron bien mi novio tiene DOS closet llenos de ropa perfectamente escogida, que vergüenza yo tengo uno con ropa viejísima y horrible y una montaña de trapos revueltos). Una polo, un suéter, una bufanda son mis opciones, el problema será escoger el diseño, color, textura, etc, etc.… repito, así de exagerada soy.

Me gusta que a la gente le encanten mis obsequios por se que ese buen sabor de boca les durará mucho tiempo y lo recordaran de linda manera. No como yo que odio los muñecos de peluche y tengo decenas que me han regalado, cajas musicales con música que no soporto y perfumes que me marean. Aun así juro que di mis sinceras gracias cuando los recibí, pero de eso a que me gusten es otra historia.

Cuéntame ¿que te gustaría recibir en San Valentín? ¿que piensas regalar? ¿saldrás a cenar, a una fiesta o te quedaras en casa?

Suyo es mi corazón.